RESEÑA#21: Tan solo un segundo

Hannah tenía un futuro prometedor en aquello que más amaba: la danza sobre hielo. Una meta por lo que había luchado junto a Nicholas, su mejor amigo y compañero, durante los últimos diez años. Hasta que el error de otro le demostró lo efímero que pueden ser los sueños.
Mikhail hace mucho que olvidó lo que era disfrutar al salir a la pista. Es más, tras la lesión que lo obligó a retirarse el patinaje artístico, creyó que nunca tendrá ocasión de recordarlo. Sin embargo, el destino parece dispuesto darle la oportunidad de volver a competir y, sobre todo, de cumplir una promesa grabada con tinta en su cuerpo. Claro que para ello tendrá que convencer a Hannah de que juntos pueden lograr grandes cosas.
Para ambos, luchar por un nuevo comienzo significará tener que hacer frente a heridas emocionales, porque sólo si son capaces de curarla encontrarán la manera de vivir y amar sin fronteras.

Empecé leyendo el libro casi a ciegas, ya que por su portada pude adivinar que se trataba sobre patinaje sobre hielo, pero fue mi única pista, y no sé si es por eso que la historia me ha sorprendido desde un principio o no, lo que si puedo decir es que Tan solo un segundo logro conquistarme desde un inicio, con su lectura ágil y fácil, con sus personajes con una actitud tan marcada.
En primer lugar tenemos a Hannah, una joven de diecinueve años que ha truncado su carrera a causa de una culpa tonta, porque sí, su culpa es realmente injustificada, pero para que me entiendan comenzaré desde un inicio.
Hannah y Nick se encontraban en una fiesta, y al ir de devuelta a su casa tuvieron un accidente que dejó una marca permanente en sus vidas. Hannah está llena de temores y como dije antes: culpa, puesto que es ella quien iba conduciendo.

Nick ya no es ni la sombra de lo que solía ser, el accidente le ha arrebatado la oportunidad de hacer lo que más le gusta. Lleno de resentimiento ha alejado a sus amigos y familia. La oscuridad que se ha aferrado a él parece encapsularlo todo y por más que luche por liberarse de sus garras sabe que no podrá hacerlo solo.

Misha fue un talentoso patinador hasta que una fractura en su pierna hizo que no pudiera volver a competir en su rama de patinaje, pero su pasión por el hielo es tan grande que intenta volver al hielo en otra categoría, por lo que necesitará una pareja y él solo aceptara a una como su compañera.

Misha intenta que Hannah le diga que sí, pero se niega a traicionar a su mejor amigo y antigua pareja en el hielo, por lo que desde un inicio vemos a un Misha muy divertido en la manera que intenta convencer a Hannah.

 —Lucha. Lucha por lo que quieres, en cada cosa que haces y hasta el limite de tus fuerzas, para que cuando todo se desvanezca solo queden sonrisas de satisfacción y no remordimientos.

Los personajes son adorables, en un principio me imaginaba a Misha más del tipo «rompe corazones» pero la verdad es que no, es alguien taaaaan... ¿tierno? bueno, a mi me lo ha parecido, tiene una actitud muy mona que ha logrado conquistarme, así que puedo decir que es uno de mis personajes favoritos, mi segundo favorito es Abbi, la mejor amiga de Nick y Hannah, que OMG me he identificado mucho con ella, es alguien obstinada y un tanto ruda sin llegar a ser tosca, es alguien con los pies en la tierra que no se deja amedrentar por nadie, es atrevida e irradia confianza en si misma.

Y algo más a parte de los personajes que me ha gustado es que está contado desde tres puntos de vista, el de Hannah, Nick y Misha; por lo que se deja ver lo que verdaderamente pasa por sus mentes y logramos apreciar de una mejor manera la evolución que van teniendo. Los tres tienen sus propios demonios que superar.

—No dejes que nadie te importe lo bastante como para que te duela no desvelar los secretos que ocultas en tu corazón.

Debo añadir que la historia me ha hecho reír y al segundo siguiente llorar o viceversa, llevo un largo tiempo sin que un autor realmente provoque que viva los sentimientos junto con los personajes, así que Viginia S. Mckenzie desde YA tiene una nueva fan. Una novela que trata más que nada sobre superación personal, que trata de empujarte a ir por lo deseas y no rendirte porque:

—Pocas cosas son realmente imposibles.
La mayoría de las veces esa no es más que la excusa perfecta tras la que escudarnos.
La forma en la que justificamos ante nosotros mismos y ante los demás, el no habernos atrevido a perseguir nuestros sueños. 

Creo que realmente no hace falta decir lo mucho que he disfrutado leyendo esta historia y lo mucho que me ha gustado. ¿Ya la leyeron? ¡Cuéntenme!
Besos. 

4/5